El tatuaje, ha sido sin duda alguna, uno de los primeros medios que los hombres adoptaron para decorar su cuerpo y para protegerse del frío y de los mosquitos, ya que las arcillas naturales actuaban como repelente. Distinción social, creencias religiosas, o bien como símbolo de humillación, como era el marcar a presos allá por la Edad Media, han sido todos ellos motivo para el tatuado.
No fue sino hasta que el movimiento hippie, comenzó a utilizarlo para decorar su cuerpo con llamativos tatuajes, que empezó a apreciarse como algo artístico y normal, comenzando a dejar de ser relacionado con entornos sociales poco recomendables.
Hoy en día no existe parte del cuerpo que no se someta a este tipo de decoración, incluso los senos femeninos. Pero cómo se hace un tatuaje y cuales son los pros y los contras de esta práctica en esta zona tan delicada?
Los tatuajes se fijan en la piel a través de múltiples pinchazos que traspasan la epidermis fijando la tinta en la dermis y formando una herida que necesita de gran atención, cuidado y una gran higiene durante varios días, dado que a pesar de que hoy existen tintas orgánicas, existen lugares que siguen utilizando tintas que contienen sustancias tóxicas, sobre todo aquellas utilizadas para dar color. Siendo las más seguras aquellas importadas de los EE.UU., Gran Bretaña y Australia.
No está demostrado que si se ha realizado un tatuaje manteniendo la normas máximas de seguridad, esté contraindicado para la salud, aunque sí es cierto que puede ser un factor para el desarrollo del cáncer de piel, ya que al tatuar zonas que presentan lunares, en el caso de presentar alguna anomalía (crecimiento, cambio de forma y color), no podrá observarse debido al tinte que lo cubre, por lo que no es recomendable realizarlo en las zonas donde la piel presenten lunares. Además la tinta se aloja en unas células llamadas macrófagos cuya función es precisamente absorber el material extraño al organismo.
Pero los tatuajes no son tan sólo una manifestación de arte corporal, sino que muchas mujeres han recurrido a esta técnica para dar el toque final en la reconstrucción de sus senos después de haber sido sometidas a intervenciones debido a un cáncer de pecho; utilizándolo para minimizar los efectos que el cáncer ha dejado en sus senos, bien para ocultar sus cicatrices o bien para “recuperar” la aureola o pezón.
Algunos artistas, como Vinnie Myers, impulsados por el deseo de ayudar a las mujeres en esta situación, se han especializado en el tatuaje en tres dimensiones llegando a crear perfectas aureolas y logrando una auténtica y realista apariencia del pezón.
Sus creaciones son tan reales que le llaman el “Michelangelo of nipple tattoos”, y hoy en día cientos de mujeres de todo el mundo viajan a Baltimore (USA) para poner el punto final en la reconstrucción de su pecho.
No obstante, independientemente de cual sea el motivo por el que desees tatuar tú cuerpo, no olvides siempre recurrir a un profesional y no sin antes, solicitar el consejo de tú médico, pues hay personas que padecen enfermedades que son incompatibles con este tipo de prácticas.