No fue hasta que comencé a documentarme sobre el tema que hoy nos ocupa, cuando realmente me conciencie de la gravedad de esta enfermedad cuyo nombre aún me cuesta pronunciar. Mi mente de forma natural rechazaba este tipo de información generando una negación natural, como si de este modo la hiciera desaparecer. Desearía olvidarme de lo que vi y oí, pero no puedo. Lo que SÍ puedo hacer es aprender el modo de ¡PREVENIRLA!
En Estados Unidos el índice de mortalidad se mantiene en los mismos niveles que en el año 1970; y es Asia el país que sigue manteniendo uno de los índices más bajos. Aun así, un estudio reveló que la incidencia en las mujeres asiáticas que emigraban a los Estados Unidos aumentaba considerablemente, duplicando el riesgo de padecerlo en un plazo de unos 10 años e igualándose con la población americana en tan sólo dos generaciones, debido al abandono de sus hábitos alimenticios de origen, para adoptar los de la sociedad americana, abundante en calorías y grasas animales.
Otro estudio del National Cáncer Institute, nos confirma que las mujeres que viven en la franja mediterránea tienen un 25% menos de posibilidades de padecerlo debido a su ingesta diaria de aceite de oliva. Se observó también que la dieta mediterránea contribuía a mantener más bajos los niveles de estrógenos, hormona femenina que desencadena la formación de tumores de cáncer de pecho después de la menopausia y su riesgo durante este período llegaba a reducirse hasta un 10%.
Por el contrario, es importante reducir el consumo de grasas saturadas de origen animal, puesto que el exceso de grasa corporal que genera aumenta el riesgo, dado que funcionan cómo una fábrica de estrógenos que pueden provocar que el tejido mamario se convierta en canceroso.
No existe una dieta milagro, pero ya que contamos con la fabulosa dieta mediterránea pongámosla a nuestra disposición y disfrutemos de productos como:
– Aceite de oliva que alternaremos con aceites de semillas como el de Lino, rico en ácidos grasos insaturados y esenciales como el omega-3.
– Alimentos del género de Allium cómo la cebolla, el ajo, puerros, cebolletas y cebollino. Sus compuestos azufrados son los responsables de luchar contra la aparición de las células no deseadas.
– Las verduras de hoja verde oscuro aportan fibra, vitamina B, fitoquímicos y clorofila, ésta última de un gran poder antioxidante e inhibidor del crecimiento de células no deseadas: Col rizada, espinacas, acelgas, lombarda, etc.
– Verduras crucíferas como el brócoli, coliflor, coles de Bruselas, repollo, pimientos, ricos en sulforaphane, uno de los fitoquímicos primarios. Estudios recientes parecen demostrar que mata a las células cancerosas mientras que deja las células normales sanas e inafectadas. Actualmente se están estudiando la aplicación de tratamientos basados en este componente.
– Otros vegetales: Zanahoria, rica en caroteno, fósforo y gran poder anti-oxidante, tomate, rica en licopeno que aporta beneficios similares a los betacarotenos. Otros: Maíz, pepinos,
– Todo tipo de frutas: Manzanas, peras, pasas, frutas del bosque, melón, naranjas, pomelos.
– Fibra: Unos 30 gramos diarios y frutos secos.
– Salmón: Gran fuente de Omega-3 y vitaminas B12 Y D, encargados de regular el crecimiento celular.
– Y por último, no olvidemos reducir la ingesta de alcohol y de practicar deportes regularmente; y sobre todo, de realizar un chequeo cada seis meses o un año dependiendo de tú edad.
Para todas aquella que tenéis hijas, os recuerdo la importancia de aplicar estos hábitos alimenticios, especialmente desde la adolescencia. (En la 2ª parte que publicaremos la próxima semana, hablaremos de la importancia de la alimentación durante el proceso del desarrollo de la mama durante el período de crecimiento y la repercusión que tendrá en la salud de sus senos).
Gracias por tus recomendaciones, Marta. Una alimentación equilibrada es fundamental si queremos tener un aspecto saludable. Mejora el cutis, la irrigación y por supuesto nuestro estado físico general.
Y gracias también por este gran invento. Desde que lo tengo me he hecho pilllowbradependiente ja ja. No me lo quito en horas y los resultados saltan a la vista! Yo le llamo “el sujetador antigravedad”